sábado, 5 de septiembre de 2015

Salsa de Tomate



También lo podemos llamar tomate frito. Pero nunca va a tener el aspecto que tiene los de bote de las tiendas.
Debido al estilo de alimentación que me gusta llevar, ésta salsa la hago mucho, porque la mayoría de las que he encontrado en los comercios, llevan azúcar. Y como sabéis, intento evitarla. Pero eso no quita para que a veces, le haya añadido un poco o incluso miel.

La receta es muy sencilla, pero hay que tener en cuenta cuantos gramos quieres conseguir, porque si es para dos personas, como por ejemplo para una pizza o para una pasta, que menos que un kilo de tomates. Gran parte de su contenido es agua y cuando se consume, apenas queda pulpa. 
Hay muchas clases de tomates. A mí el que más ame gusta para la salsa son los tomates de pera. No siempre hay, de hecho no deberían haber tomates todo el año, pero si se encuentran para tu elección, yo los recomiendo.


INGREDIENTES

  • 1kg de tomates 
  • 2 dientes de ajo o ajo molido
  • Aceite de oliva
  • Orégano (especias al gusto)
  • Sal
  • Azúcar de caña, de coco o miel (opcional)

PROCEDIMIENTO

Ralla los tomates o también puedes pelarlos y triturarlos. Depende de como te guste la textura.
Pon los tomates rallados en una olla, con un chorrito de aceite de oliva. Pon el fuego a temperatura media. Si lo pones al máximo empezará a 'saltar' y te pondrá la cocina perdida y corres el riesgo de que se queme. Lo ideal es que no la tapes, porque genera vapor y queremos que salga. así que tienes que estar pendiente e ir removiendo de vez en cuando.

Yo le suelo poner la sal y las especias (orégano, tomillo, un poco de comino y curry) cuando veo que empieza a hacerse un poco más espesa.

Debes ir probando el sabor, e ir añadiendo lo que pienses que le hace falta. Si crees necesario añadir una cucharadita de azúcar, es el momento.
En algunas ocasiones, no lo he añadido, el sabor me ha parecido bueno. Pero en otras, no había manera de encontrarle el punto y no tuve más remedio que añadir un poco de azúcar de caña o incluso miel. Pero muy poquito.

La salsa se irá consumiendo poco a poco, y depende del gusto de cada uno, lo apartarás en el momento que veas el espesor deseado.
Una vez apartado, le suelo añadir un chorrito más de aceite de oliva, y listo.


NOTA: Si la vas a hacer para pasta y te gusta el toque de la albahaca, en los últimos dos minutos, le añades 3/4 hojitas, depende del tamaño y de la intensidad que quieras alcanzar.

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