Con la llegada del otoño y los frutos tan maravillosos que él nos ofrece, me he lanzados a hacer una fabulosa y sencilla crema de castañas.
Ideal para acompañar en tostadas, tortitas, como crema para una tarta, en el yogur... lo mejor de todo es que lo haces a tu gusto y lo más saludable posible.
¡Espero que os guste mucho!
INGREDIENTES
- 250 gr de castañas (para hacer un tarro de 500 gr aprox.)
- Miel al gusto
- Leche o agua
- Canela y/o vainilla
PROCEDIMIENTO
Lavar las castañas y realizarles un corte como si fueses a asarlas.
En una olla o cacerola, poner a calentar abundante agua y echarlas dentro solo cuando el agua ya esté hirviendo. Las dejamos 5 minutos aproximadamente. Escurrimos y dejamos enfriar para poder manipular.
Cuando estén templadas, pélalas y ponlas de nuevo en una olla con un poco de leche. Que queden cubiertas, no flotando.
Yo use leche de arroz, es más dulce y así ahorro en edulcorante añadido.
Le añades canela, si tienes extracto de vainilla o vaina también. Puedes añadir un poco de las dos cosas o solo una. Eso como le guste a cada uno.
Y por último añadir una cuchara sopera de miel. Puedes cambiarlo por azúcar, o no poner nada. Todo dependerá de cuanto te guste el dulzor.
A fuego lento, dejar consumir poco a poco la leche. Cuando veas que las castañas están blanditas, puedes apartar del fuego y pasar por la batidora.
Ahora se pueden hacer varias cosas. Si no sabes si te has pasado de leche o te has quedado cort@, puedes colar la leche y apartarla. Porque si lo bates todo y te queda muy clara, no tendrás nada para espesarla. Así que, es mejor ir añadiendo leche conforme vas batiendo hasta conseguir la textura deseada.
Si no te ha sobrado leche tras le cocción lenta, no te preocupes, puedes añadir leche directamente del brik.
Una vez conseguida la textura deseada, meter la crema en un tarro de cristal y cuando se haya puesto a temperatura ambiente, podrás guardar en el frigorífico.
¡Y a disfrutar!
